Este año nuevamente Radio Ínnn-sseguridát, también conocida como Radio 10, volvió a repartir banderitas blanquicelestes, no, de Racing no, argentinas.
Antes de tomarse un taxi fíjense bien si tiene banderita... después no se quejen que el tachero ésto o el tachero aquello, que qué radio de mierda, que qué verguenza tanta impunidad verbal y chauvinismo barato, que la democracia no sirve, que hace falta mano dura, que la culpa la tienen los extranjeros. Escapen de la banderita patrioterista tanto como del calco villacumbianchero.
Vieron esos hermosos(?) carteles amarillos y proselitistas que no dicen nada, así, re pro, que adornan(?) Buenos Aires. A raìz de esto, surgió esta convocatoria, que desembocó en este delirio.
Mis colaboraciones:
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Quienes quieran participar pueden bajarse de acá el .psd o el .jpg para editar y enviar a este mail sus creaciones para ser publicados acá.
Eran el delantal, los grandes ojos luminosos y la alegre despreocupación escondiendo un pasado tortuoso. Son ahora los lentes, un gesto adusto que no concuerda y el cinismo a flor de piel. Eran todos esos ricochet no azarozos dentro de la cabeza. Somos dos que por suerte nunca lo fueron.
"Sin TRigo" nació como un simple nombre alternativo a un blog ajeno que no prosperó, para esa época yo ya hacía casi un año(?) que escribía en La Redó y me decidí a largarme con el blog propio.
El primer leit motiv fue "Sin TRigo pero con mucha paja", hubo otros, el que más duró fue "Sin TRigo pero con mucho fuego"; hubo un momento en que cayó en mis manos uno de esos libros que te queman la cabeza, hablaba -entre muuuchas otras cosas- de la importancia del maíz en la vida del aborigen americano (el maíz es el único cereal originario de América), un aborigen "sin maíz" no existe, muere, su vida toda gira en torno a su cultivo.
Puede decirse entonces que cada uno debe buscar "su maíz", yo ya estaba sin trigo y entonces empecé a buscar mi maizal.
Empieza hoy el "Camino al Maíz".
Pueden saludar al partir.
Pueden acompañar un par de kilómetros.
Pueden señalar los pasos a seguir si conocen el camino.
Pueden acercarse a saludar desde el borde del camino.
Pueden -cada tanto- alcanzarnos una vianda para recuperar fuerzas.
A veces un empujoncito o bastón puede ser de ayuda.
Alguno quizás pueda ofrecer refugio nocturno.
Voy a pie, hay lugar para quien quiera sumarse.
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